El río Paraná se mantiene en niveles muy bajos y los pronósticos indican que la situación podría agravarse a niveles que no se registraban desde hace varias décadas. N9 federal estuvo en Barranqueras junto al ingeniero en recursos hídricos Hugo Rohormann para mostrar el preocupante panorama que podría traer aparejado problemáticas en el suministro de agua potable y también de energía.
Desde Barranqueras, con el hidrómetro marcando apenas 40 centímetros de la altura del río Rohormann explicó que estamos atravesando lo que es una segunda bajante excepcional del río Paraná sobre nuestra costa, “ya el año pasado nos había sorprendido una bajante que hacía más de 50 años que no se daba y ahora se repite pero con valores aún más bajos, ya estamos medio metro más bajos que el valor mínimo del año pasado y la gran preocupación es cuando termina” aseguró.

Además, explicó que ya se sabe que de acá hasta fines de julio no va a haber ninguna recuperación del río Paraná. Las lluvias de julio y agosto, tanto el SMN de Argentina como el de Brasil dicen lo mismo, que sobre el corazón de generación de caudales que es la parte sur de Brasil, las lluvia para los próximos tres meses van a estar por debajo de lo normal por lo que ya puede proyectar que la bajante va a continuar 3 o 4 meses hacia adelante, hasta septiembre u octubre si aparece una temporada de lluvia con valores normales “y uno ya está pidiendo por encima de lo normal” manifestó el especialista.
Asimismo, se refirió a la situación de las represas generadoras de energía “El año pasado hemos visto el impacto de la bajante sobre las tomas de agua, la navegación y los peces, a todo eso, ahora se agrega la generación de energía en Itaipú, Yacyretá ahora están trabajando algunas turbinas, no todas las turbinas, no están entregando toda la capacidad de generación de energía, están entregando el 6% cuando deberían entregar entre el 12 y 14% de la energía que consume Brasil” manifestó.

En cuanto al tiempo que no se registraban bajantes de estas características el ingeniero explicó que hace 120 años que se mide el Paraná en Corrientes y que hubo otras situaciones similares y que marcaron el río aún más bajo “en 1944 estaba por un metro debajo de lo que está ahora. En 1968,69 y 70 hubo tres años seguidos de bajante en valores cercanos al 0 en el hidrómetro. Eso también genera incertidumbre sobre si habrá otro año más así, por eso, todas las miradas están puestas en la temporada de lluvias que debería ser normal o por encima de lo normal para que esta bajante sea un recuerdo”.
Este viernes, el río marcaba 40 cm y debería marcar como mínimo 3 metros para considerarse aguas normales. El río está mostrando una condición excepcional de una bajante extrema en la que hay que tomar todas las precauciones sobre las tomas de agua “porque si baja un metro más, ya es la principal preocupación de las prestadoras de agua potable” aseveró.

En la misma línea, Rohormann confirmó que la única solución a esta bajante es la lluvia y alertó a la población sobre la importancia de cuidar el recurso. “La represa el año pasado tenía un 70% de almacenamiento, hoy está en el 35% y comienza a aparecer la posibilidad de comenzar a limitar la generación de energía hidroeléctrica, y hay peligro en algunas tomas de que se queden sin agua o muy poca agua, por lo que hay que alertar a la población de que la cuiden porque es un recurso cada vez más escaso en este comportamiento”.

En tanto explicó que ya hay locaciones donde se encuentran pasando por esta situación “En Curitiba están racionando el agua, están entregando 36 horas sí, 36 horas no, y si la perspectiva sigue de acá a tres meses ya anunciaron que van a ser 60 horas no y 36 sí. En Puerto Iguazú, la toma ha quedado en el aire, pero están tomando solo el 20%, es decir, no les llega el agua a muchos sectores, a los más elevados les llevan el agua con camiones y bomberos, hay un problema evidente y crítico y se va a propagar en la medida que la bajante continúe y el rio se manifieste hacia abajo” aseguró.
Fuente: Diario21