Lejos de amedrentarse, Britney Spears se siente con más fuerza que nunca para seguir adelante con su batalla judicial y personal contra su padre, Jamie Spears, y ha decidido sincerándose con sus seguidores sobre algunos de los detalles más duros de estos últimos trece años. La cantante, después de recibir varias críticas en su cuenta pública acerca de los vídeos que publica bailando, ha decidido emitir un largo comunicado en el que ha anunciado que aparca su carrera musical hasta que no consiga librarse de la tutela de su progenitor. «Para aquellos que critiquéis mis vídeos bailando… Mirad, no voy a actuar en ningún escenario mientras mi padre siga controlando lo que me pongo, digo, hago o pienso«, comienza su mensaje en el que deja claro que ha llegado a su límite, tal y como afirmaba recientemente su exmánager, Larry Rudolph. La artista ha utilizado durante los últimos años las redes sociales para lanzar alguna pista sobre su delicada situación. No obstante, nunca había sido tan clara como hasta ahora.
Britney sigue su texto más sincero y emotivo confesando que: «Prefiero compartir vídeos desde mi salón, sí, antes que estar en un escenario de Las Vegas con gente que estaba tan lejos que no podía ni estrecharme la mano». Además, continúa explicando que era habitual estar rodeada de personas que se encontraban bajo los efectos de las drogas. Una situación que se extendió a lo largo de los años y que la mayoría de seguidores y detractores de la cantante desconocían hasta ahora, que ha decidido contarlo de manera pública. Para reiterar su decisión de abandonar los escenarios hasta que un juez le devuelva su libertad, aclara que: «No me voy a poner un montón de maquillaje y ensayar, ensayar, ensayar de nuevo y no poder actuar con las remezclas de mis canciones durante años, tener que rogar poner mi nueva música en mis conciertos para mis fans… Así que lo dejo».
La cantante ha decidido hablar también de su entorno, el cual, en su opinión, nunca la ha ayudado a salir de la pesadilla que ha vivido durante estos años, y hacía especial mención de su hermana menor, Jamie Spears. «No me gusta que mi hermana se presente en una entrega de premios e interprete mis canciones remezcladas», escribía con firmeza siendo la primera vez que ataca de manera pública a la actriz de Zoey 101 y al apoyo que ahora le brinda. «Mi supuesta red de apoyo me ha dañado profundamente. Esta tutela ha matado mis sueños«, confiesa en un tono demoledor a lo que añade que: «Todo lo que tengo es esperanza y la esperanza es lo único en el mundo que es difícil de matar aunque la gente todavía sigue intentándolo».
Pero el comunicado no acababa ahí. Britney ha aprovechado para expresar todo aquello a lo que tuvo que enfrentarse y por lo que no volverá a pasar. «No me gustó la manera en que los documentales mostraron momentos humillantes de mi pasado. Yo ya he superado eso, hace mucho tiempo», asegura refiriéndose, por ejemplo, al último proyecto sobre la artista de The New York Times, Enmarcando a Britney Spears, que salió a la luz el pasado mes de febrero. El mensaje finaliza con un apunte hacia aquellas personas que critican su manera esperanzada de gestionar el asunto de su tutela y los anima a que la dejen de seguir. «La gente intenta destruir la esperanza porque es una de las cosas más vulnerables y frágiles que tenemos», concluía.
El sincero comunicado fue publicado horas antes de que la artista pudiera disfrutar de una actividad cotidiana que le estaba restringida hasta este momento debido a la tutela de su padre: viajar con su novio. La pareja de Britney, Sam Asghari, compartió un vídeo este domingo en el que se veía a la cantante conducir y subir el volumen de la música que, casualmente, era Lonely, una de las míticas canciones de su tercer álbum. «Piensa en las veces que me hiciste llorar, me tenías tan confundida, estoy cansada de intentarlo, dejaré esto atrás, ¿qué puede hacer una chica?», decía la letra de la pieza que en ese momento sonaba en el vehículo. Este trayecto en automóvil significa un gran paso hacia su libertad.
Fuente:Hola
