Choripanes de la Torre Eiffel: «Es cómico que la gente venga a sacarse fotos»

Matías «Kuka» Pucheta, es propietario del icónico puesto de choripanes ubicado en la intersección de avenidas Alberdi y Marconi donde también se encuentra una réplica de la Torre Eiffel, y en un diálogo muy distendido narró su experiencia a partir de la popularidad que tomó su emprendimiento en redes sociales.

El fenómeno de Messi, tras su salida del FC Barcelona y su llegada al PSG, pobló las redes de memes (imágenes humorísticas) haciendo referencia a «los choripanes de la Torre Eiffel» que se ofrecen a los resistencianos en el parterre de Av. Marconi y Av. Alberdi.

Por esta razón, Matías «Kuka» Pucheta comentó que el puesto se instaló en agosto de 2009 sin perspectivas a tener la repercusión que tuvo. En el lugar, primeramente vendían frutas y verduras, lo que luego mutó a un servicio de comida al paso.

En relación a este fenómeno que despertó el traspaso de Messi, Pucheta indicó que las personas se acercan exclusivamente para sacarse fotos y lo aprovecharon como publicidad haciendo del humor una herramienta para avanzar en el emprendimiento.
«Nos parece hasta cómico que vaya la gente y se saque fotos. Cuando vienen insisten con lo de Messi y toca seguirles el juego», comentó.

Entre risas y con su característica simpatía, Kuka contó que si hubiera sido real una visita de Messi a su puesto, le hubiera pedido una camiseta: «Vendo la camiseta y compro todo choris», afirmó.

Si bien el boom de publicidad que recibió el puesto en las redes sociales volvió a ponerlo ante el lente de la popularidad, no redundó en un aumento de ventas. No obstante, Pucheta resaltó la importancia de poder mantener un contacto cordial con las personas que pasaban por esta esquina.

Respecto de la torre que se encuentra en esta intersección, Kuka reconoce desconocer su origen y especula que pudo haberse inaugurado a fines de los ’90.

El puesto de choripanes no tiene nombre, pero Kuka destaca que la gente le dio la identidad que ahora posee.
 «En verdad vendíamos fruta y al terminar la temporada comenzamos a vender torta parrilla. Finalizó el frío, entonces a un amigo se le ocurrió vender choris, y ahí quedamos», relató.

El emprendimiento ayuda a que cinco familias puedan sustentarse donde además de Kuka trabajan Agustín, «Panchi» y «Puma», jóvenes resistencianos que encontraron en esta actividad no solo una fuente laboral sino un punto de encuentro donde se generan otras amistades.

Durante la pandemia
Matías Pucheta comentó que el año pasado debieron afrontar la disminución en las ventas debido a las restricciones. «Laburábamos dos por turno para que todos tengamos algo, pero estuvimos casi cuatro meses sin trabajar. Cuando se comenzó a abrir, se cortaba a las 22 horas y después a las 23″, indicó.

Actualmente ese horario se extiende desde la tarde hasta la madrugada aprovechando que cerca hay canchas de fútbol 5 y que las avenidas significan un flujo constante de personas.

«Sí, hubo famosos que comieron choripán, pero no sabíamos quiénes eran»

Pucheta reconoce que a menudo se acercan personas con mayor trascendencia mediática, pero se enteran por comentarios posteriores. Entre los que recordó, mencionó al ex gobernador Domingo Peppo y otros funcionarios que al pasar se pidieron un choripán. Asimismo mencionó al actor que interpreta a «La Luchona», entre otros personajes locales.

¿Cuál es la oferta?
El trabajo de los muchachos de los choris de la Torre Eiffel se extiende hasta la madrugada con un precio más que cómodo: a $70 el choripán que puede acompañarse con mayonesa, mostaza o chimichurri casero, que según Kuka «es el que va».

En general, los comensales disfrutan de al menos tres choripanes y de la cordialidad de los muchachos que hacen de este puesto un punto de encuentro icónico de la Ciudad.

¿Y vos? ¿Ya probaste el choripán de la Torre Eiffel?

Fuente: Libertaddigital